Ningún actor masculino en Hollywood puede jactarse de ser un buen representante de este cine sino cuenta, al menos, con una película de ciencia ficción en su filmografía. Todos en california han actuado en una. Hasta Matt LeBlanc, el buen “Joey” de Friends tiene Perdidos en el Espacio (1998). Sin embargo y sin importar el gran desfile de estrellas y ficciones, son pocos los que pueden presumir sus asientos en el Olimpo del SciFi con más de 3 producciones – decentes- en su haber.
Para ser un rey de la ciencia ficción debes llamarte Steven Spielberg, Sigourney Weaver, Bruce Willis, Will Smith, por supuesto Harrison Ford, Ridley Scott, Arnold Schwarzenegger, James Cameron, Julio Verne y a partir del viernes pasado Tom Cruise. La estrella neoyorquina protagonizó su tercer filme futurista/espacial y ha alcanzado por fin la cima con sus demás compañeros, pero ¿será que lo haya hecho bien?
Como nos tiene -bien- acostumbrados, Cruise trabaja en una cinta que no aburre. Una que tiene un guión simple pero concreto. Que es predecible pero implacable. Un genuino producto hollywoodense que además conserva todo el misticismo de una auténtica película de ciencia ficción.
Para nuestro beneficio, uno de los más grandes limitantes del film también representa su mejor fortaleza. El universo de Oblivion no es tan envolvente como Blade Runner o tan extenso como el de Avatar, sin embargo al no querer abarcar más de lo que puede sostener, logra una concisa historia llena de emotividad, acción y suspenso. Sin mencionar un giro de tuerca que no es sorpresivo, pero si revelador.
Sin embargo, la ceñida atmósfera que nos brinda la trama no es la mayor debilidad de Oblivion. Tom Cruise si. El asunto con el histrión es que, como siempre pasa en sus películas, proporciona demasiada confortabilidad. Por muchas bombas o robots asesinos que lo persigan, en nuestro subconsiente, sabemos que Tom es un tipo al que le van a salir las cosas bien, y que ni siquiera la extinción de la raza humana podrá hacerlo sufrir. Sumado a esto, su compromiso con la cinta no es el mismo como el de los otros integrantes del elenco, lo que resta empatía con el espectador y aflicción hacia nuestros corazones. A pesar de que Cruise se siente a gusto actuando en el SciFi y es uno de los peces gordos en el género, esta película no era para él.